Esta orquesta-escuela ofrece una plataforma para el desarrollo de habilidades como disciplina, trabajo en equipo y coordinación, mientras mejoran las habilidades sociales y emocionales al fomentar la comunicación efectiva y la resolución de conflictos. Además, proporcionan una vía para canalizar emociones de manera positiva y expresar creatividad, lo que contribuye al fortalecimiento de la autoestima y la confianza de los participantes a medida que avanzan en su habilidad musical.

La orquesta cuenta con una composición ideal de 66 alumnos, todos ellos con edades comprendidas entre los 8 y los 12 años. Entonces… ¿Cómo logra conectar la música y el arte con los niños y jóvenes? A través de un equipo de profesores especializados en instrumentos de cuerda y viento, la escuela ofrece talleres tanto individuales como grupales de lenguaje musical y experiencias prácticas de conjunto, donde los niños participan junto a sus pares de otras escuelas e instituciones.

En estos 10 años junto a la OEM, hay muchos hitos vividos. Yohans Karsten, Gerente de Desarrollo Organizacional de Kolektor, rescata alguno de ellos: “el primer hito fue el primer violín que pudimos comprar, pero otro hito muy importante fue la primera vez que tocaron en el San Martín, escuchar a las familias vitoreando adentro del San Martín ha sido una de las cosas más maravillosas que pude vivir con la orquesta. El gran logro de la fundación ha sido sostener ese hito a lo largo del tiempo, que los chicos sigan tocando, que los chicos que comenzaron(..) muchos de ellos han podido terminar sus estudios, que fueron a la universidad, que algunos están siguiendo carreras muy promisorias dentro de la música y otros simplemente están siguiendo la carrera que hoy los entusiasma”.